Enoturismo y recorridos de vino.

El fenómeno del enoturismo puede parecer una actividad novedosa y de reciente aparición en el sector turístico. Tal vez contribuya a esta apreciación que la misma definición de enoturismo no aparezca reflejada en el diccionario de la Real academia de la lengua, aunque ya hay una propuesta hecha por la asociación española de enoturismo a la RAE, que define esta actividad de la siguiente manera:

<<Modalidad del turismo basada en desplazamientos a entornos vinícolas, con el propósito de conocer, disfrutar y compartir experiencias en torno a la cultura del vino>>

En realidad la afición a visitar bodegas para degustar el vino, conocer las instalaciones donde se elabora y su funcionamiento, ya aparece en la antigua Grecia y Roma, seguramente no tal y como lo conocemos hoy, pero sí bastante parecido.

Vinum itineribus, el antiguo enoturismo.

Parras Pazo de Rubianes

Cinco hectáreas de viñedo en parra y veinte hectáreas en espaldera. El viñedo más grande del Salnés

Es cierto que el concepto de turismo y la idea de viaje de masas, no surge hasta que Tomas Cook comienza los transportes masivos de pasajeros en tren a partir de 1841, en un principio para trasladar a la gente a un congreso anti-alcohol que él mismo organizaba.

Antes de que se generalizara este fenómeno popular, solo las clases privilegiadas se podían permitir el lujo de viajar por ocio. Lo más parecido al concepto de turismo actual eran el grand tour y el petit tour, proyectados como viajes de formación destinados a los jóvenes aristócratas.

De vuelta a España y al enoturismo, los primeros documentos que aparecen relacionados con esta actividad datan del S.XIX. y son los libros de visitas o de firmas de las bodegas.

Los primeros visitantes y curiosos fueron reyes, miembros de las jerarquías eclesiásticas más altas como abades, nobles y aristócratas e incluso comerciales y bodegueros.

Como es de suponer no eran muchas las bodegas que se podían visitar o que estaban acondicionadas para recibir a tan ilustres personajes, no solo nacionales sino también internacionales.

Durante la época del romanticismo, sobre todo en los S.XVIII y S.XIX, visitaron España y sus bodegas personajes como George Borrow, más conocido como Jorgito el inglés, que viajó por la península para vender la biblia protestante. Durante su viaje escribió su famosa obra The bible in Spain, <<la biblia en España>>, en la que no nos dejaba en muy buen lugar.

Otra obra maestra del mismo periodo fue << Manual de viajeros sobre España>> escrita por el hispanista y viajero inglés Richard Ford, que terminó convirtiéndose en un clásico de las guías de viajes.

Entre los primeros turistas españoles ilustres se encuentran la emperatriz Eugenia de Montijo, que visitó la bodega de Alvear.

Isabel II acudió a las bodegas de González Byass en 1862 y Alfonso XIII recorrió las bodegas de Codorniu, Domecq, o franco españolas entre otras.

Estas visitas ilustres son algunos ejemplos que aparecen en el libro escrito por José Peñín <<12 grandes bodegas de España>>

Durante el S.XIX ya comienzan a celebrarse en las bodegas eventos, reuniones, certámenes científicos, exposiciones, congresos y reuniones.
Eventos.

La antigua bodega del S.XV del Pazo de Rubianes se convierte en el espacio ideal para celebrar todo tipo de eventos.

Este tipo de actividad hoy en día se está fomentando como una de las principales del enoturismo.

En los años 80 comienzan a ofertar paquetes turísticos con actividades que aparecen con grandes posibilidades de desarrollo.

En el 2005 la organización VINTUR, dependiente de la comunidad europea, comienza a regular, ordenar y dar directrices al turismo del vino en Europa. Por aquel entonces había muy pocas agencias dedicadas a este tipo de turismo, hasta que en el año 2006 empezó a ponerse de moda e incluso hubo bodegas que comenzaron a abrir los fines de semana.

Hasta este año el único interés que había por las bodegas era el de comprar vino in situ, o para visitar un edificio histórico como las bodegas de Jerez, las bodegas centenarias riojanas, o las cavas riojanas.

El enoturismo en España participa de los tres sectores económicos más dinámicos de nuestra economía y, contribuye a nivelar y sanear la balanza de pagos de nuestro país. Estos tres sectores son el turismo, el vino y la gastronomía.

Uno de los ejemplos más antiguos en España del enoturismo lo tenemos en las bodegas del Marco de Jeréz, que vienen desarrollando este tipo de actividad turística desde finales del S.XIX.

En nuestro caso, la actividad en el sector del enoturismo comenzó en el 2012, con las primeras visitas a los jardines y bodega del Pazo de Rubianes.

El nuestro es un proyecto integral de sostenibilidad patrimonial, para reservar pueden acceder a nuestra página.

Jardín

Jardín de excelencia internacional con más de cuatro mil camelias plantadas, de ochocientas variedades diferentes.

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