La bodega familiar
Desde 1411 y hasta la actualidad el Pazo de Rubianes ha permanecido en la misma familia
Desde 1411 y hasta la actualidad el Pazo de Rubianes ha permanecido en la misma familia, en origen y fundación con el apellido Caamaño y desde el siglo XVIII con el apellido Ozores.
D. Gonzalo Ozores de Urcola, Señor de la Casa de Rubianes y Marqués de Aranda, decide en los años 90 del siglo pasado, poner la primera semilla del proyecto de sostenibilidad patrimonial del Pazo de Rubianes con el inicio de la explotación vitícola, plantando las 6 primeras hectáreas y recuperando los viñedos antiguos, para lo que cuenta con la incorporación del Ingeniero Agrónomo Guillermo Hermo.
Gonzalo nos deja en 2006, lo que le impide continuar disfrutando de la pasión descubierta entorno al mundo del vino y el desarrollo de su proyecto para su finca de más de 6 siglos de historia. Guillermo Hermo recuerda su habitual respuesta cuando los amigos del Marqués le sugerían que debería cambiar su viejo mercedes y él respondía “¿Cuántas hectáreas puedo plantar con el dinero de un mercedes nuevo?”
Dña. Paloma Rey Fernández La Torre, esposa de D. Gonzalo, pone de manifiesto, desde el principio, su pasión por la jardinería y su compromiso con el jardín de Pazo de Rubianes que la lleva a convertirse en el Alma de la finca.
Fallecido su marido, toma el testigo con toda la determinación, compromiso y coraje para llevar adelante el sueño del matrimonio y hacerlo realidad, alcanzado importantes reconocimientos en el ámbito del jardín, del viñedo y los albariños de Pazo de Rubianes. Consolidando la bodega familiar como eje principal de su proyecto de sostenibilidad patrimonial en el que siempre ha estado acompañada de su Ingeniero Agrónomo Guillermo Hermo.
La bodega familiar continua gracias a la incorporación, para tomar el relevo de D. Gonzalo y Dña. Paloma, de sus dos hijas Dña. Beatriz y Dña. María Ozores Rey, demostrando su gran compromiso con este importante patrimonio y el legado de sus padres, comprometidas con mantener su estructura familiar y hacer perdurar su legado durante generaciones.
Conozca el enclave en el que se produce el albariño propio de un Señorío y compártalo en su mesa con amigos y familia.
