Una construcción con seis siglos de antigüedad
El único Señorío de Galicia, parte de nuestra historia y de nuestra cultura
Una torre fortaleza del siglo XII –perteneciente a los Caamaño– es el origen del Pazo de Rubianes. Don García de Caamaño construyó su residencia en la actual finca de Rubianes a principios del siglo XV, tal como se puede leer en la piedra parlante que está sobre el arco de la entrada principal. “Esta casa fezo D. García Caamaño en el año 1.411”, reza. En 1441, la Villa de García de Caamaño, hoy Villagarcía de Arousa, fue fundada.
La capilla, dedicada a San José, fue construida en 1598 por Don Josepe Caamaño y Mendoza, Señor de la Casa de Rubianes. En su interior podemos contemplar un retablo singular con imágenes de la época.
Con una superficie de 80 hectáreas (25 de ellas de viñedo), la finca de Pazo de Rubianes es hoy un icono en el mundo de la camelia, así como del vino blanco de las Rías Baixas. Está situada en la comarca del Salnés, en la ría de Arousa, y en las últimas dos décadas se han realizado innumerables esfuerzos para recuperar sus antiguas construcciones, el jardín histórico, además de la puesta en marcha del proyecto vitivinícola.
En el siglo XVIII, tras la muerte sin descendencia de Clara de Oca y Mendoza Caamaño, se abrió un largo pleito por el señorío de Rubianes entre varias casas nobiliarias, resuelto finalmente a favor de Juan Gayoso y Mendoza. A su fallecimiento, heredó su hijo Miguel Gayoso de Mendoza y Caamaño, quien encontró el pazo en ruinas.
Exiliado en Francia durante la invasión napoleónica, Miguel ordenó su restauración, derribando la antigua torre y transformando el edificio. Aunque se conservaron gárgolas, escudos y molduras de interés histórico, el conjunto adoptó un estilo afrancesado, dando al Pazo de Rubianes el aspecto de château francés que aún mantiene en la actualidad.